«El amor es el vehículo para la más grande de las traiciones…»
Redacción Cosas. Fotos: Cortesía Explode Films y Getty Images
La última joya de Martin Scorsese relata la historia de los miembros de la tribu de nativos americanos del condado de Osage en la década de 1920 quienes son asesinados cuando se encuentra petróleo en sus tierras y el FBI decide investigar.
La más reciente película del director Martin Scorsese es una propuesta que, si bien está destinada a disputar los más importantes premios cinematográficos y convertirse en un clásico del género western, llamará a la reflexión sobre problemas que las sociedades actuales no han superado aún: el racismo y la corrupción amparada por las estructuras estatales.
Basada en los hechos reales que se revelan en la novela Los asesinos de la luna de las flores, del escritor David Grann, el filme trasciende la narrativa policiaca y sin dejar de lado el suspenso, cuenta la masacre sistemática de la que fue objeto la Nación Osage, pueblo originario de los Estados Unidos que se volvió rico al encontrarse su territorio en una zona llena de petróleo. El Gobierno calificó de “incompetente” al pueblo Osage para manejar esos recursos e instituyó un sistema con administradores blancos, quienes desarrollaron un esquema de soborno y engaño.
Ambientada entre los años 1921 a 1925, en el ocaso del viejo oeste, Scorsese relata de forma magistral la historia de los asesinatos a través de la relación sentimental entre Ernest Burkhart y Mollie Kyle, una traición amorosa cargada de crímenes, dramatismo y codicia indescriptible. El idilio entre Ernest y Mollie revela como la riqueza de los nativos atrajo a intrusos blancos, quienes manipularon, extorsionaron y saquearon a los Osage, antes de incurrir en los homicidios. La trama describe también el surgimiento del ahora célebre Federal Bureau of Investigation (FBI).
La ambiciosa producción encontró los intérpretes ideales en el talento de su favorito, Leonardo DiCaprio, quien encarna al despiadado Ernest Burkhart; la carismática Lily Gladstone, en la piel de Mollie Kyle, y el soberbio Robert De Niro, que sigue las líneas del maquiavélico ganadero William Hale. Otras estrellas a mencionar son Jesse Plemons, en el papel del oficial Tom White, y Brendan Fraser, en la figura del político y minero W.S. Hamilton.
“Todo se basa en la confianza y el amor, y vemos que eso se ve comprometido y traicionado. ¿Y cuál es el factor motivador? Siempre queriendo más: más tierra, más dinero. Me atrae este tema por alguna razón. Puede que se remonta a las raíces de mi cultura, de donde vengo”, dice Martin Scorsese acerca del libreto que podría llevarlo a su segundo Óscar, luego de que ganara el primero en 2007 por su trabajo en The Departed.