Conoce estos datos de la realeza británica que no muchas personas la saben
Por Redacción Cosas. Foto: Shutterstock
Adentrarse en el fascinante mundo de la realeza conlleva algunos matices conceptuales, especialmente en lo que respecta a los títulos y otros detalles precisos sobre el estilo de vida de los royals. Y cuando se trata de la Familia Real Británica, las complejidades son aún más notables, dada su historia rica en intrigas, marcada por abdicaciones y cambios de nombres a lo largo de los años.
Pero conocer la genealogía de esta singular rama de la nobleza puede ser una experiencia intrigante si nos adentramos en los detalles menos conocidos sobre los ancestros de la Casa Windsor. En la actualidad, bajo el liderazgo de Carlos III, la familia real británica se ha vuelto sinónimo de modernidad y encanto, encabezada por los queridos William y Kate, según lo confirman diversas encuestas de opinión.
¡Sorprendentemente, la historia de la Familia Real Británica tiene raíces que se extienden mucho más allá de las fronteras de Gran Bretaña! Si retrocedemos en el tiempo, descubrimos que los cimientos de esta monarquía europea se hallan en Alemania, Dinamarca y Grecia. Además, con la globalización y la influencia de miembros como Meghan Markle, la familia real ahora también cuenta con raíces afroamericanas en las generaciones posteriores.
El dominio de varios idiomas es una de sus impresionantes habilidades. A pesar de la diversidad de orígenes en su árbol genealógico, los royals demuestran su alta cultura y habilidades diplomáticas al hablar más de dos idiomas durante su educación.
Un dato curioso es que el consorte de la reina nunca asume el título de rey. A diferencia del caso en el que la esposa del rey se convierte automáticamente en reina consorte, no ocurre lo mismo cuando una mujer lidera el trono. Un ejemplo notable fue el de la reina Isabel II y su esposo Felipe de Edimburgo, quien mantuvo el título de duque hasta su fallecimiento.
En 2011, el Acuerdo Perth revolucionó las reglas del juego al abolir el requisito de obtener permiso para matrimonios reales. Desde 1772, la Ley de Matrimonios Reales estaba vigente, pero ahora solo las seis primeras personas en la línea de sucesión necesitan solicitar el consentimiento del monarca para casarse.
En cuestiones de seguridad y precaución, los royals llevan consigo una reserva de su propia sangre al viajar. Esta práctica se ha mantenido en vigor, quizás como una precaución o incluso como una forma de preservar la pureza de la sangre real, en una tradición envuelta en misterio y legado real.