"No son monstruos", fueron las palabras de Kim Kardashian
Por Redacción Cosas. Foto: Shuterstock
En un giro inesperado del caso de los hermanos Menéndez, Kim Kardashian ha alzado la voz en favor de Erik y Lyle, quienes cumplen condena de cadena perpetua desde 1996 por el asesinato de sus padres en 1989. Kardashian sostiene que los hermanos no deben ser considerados "monstruos", argumentando que su condena se dictó en un contexto donde la comprensión del trauma por abuso sexual masculino era prácticamente inexistente.
Este pronunciamiento coincide con un anuncio significativo de la fiscalía de Los Ángeles, que ha decidido revisar nuevas evidencias relacionadas con el caso, reavivando el interés público por una historia que ha permanecido en la memoria colectiva. Desde su juicio, que fue transmitido en vivo y se convirtió en un fenómeno mediático, hasta la reciente serie de Netflix, Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, dirigida por Ryan Murphy, el relato de los hermanos ha capturado la atención de generaciones.
Erik y Lyle, quienes contaban con 19 y 21 años respectivamente al momento del crimen, asesinaron a sus padres, Kitty y José Menéndez, en su lujosa mansión de Beverly Hills. La brutalidad del crimen y los detalles del juicio transformaron el caso en un referente del true crime, generando un amplio debate sobre la motivación detrás de sus acciones.
A medida que la sociedad comienza a explorar temas de salud mental y el impacto del abuso, la historia de los Menéndez resuena con nuevas perspectivas. La intervención de Kardashian, una figura influyente en la cultura popular, ha abierto un espacio para discutir las complejidades de este caso, que sigue desafiando la narrativa simplista de culpabilidad y castigo.