El impacto de esta chaqueta y de la visión revolucionaria de Chanel siguen presentes en el mundo de la moda
Por Redacción Cosas. Fotos: Getty Images
En 1954, el mundo de la moda fue testigo de una auténtica revolución con el regreso de Coco Chanel a la escena parisina. La icónica chaqueta de tweed, adornada con botones de doble "C" en relieve y una cadena invisible, no solo marcó el renacer de la Maison Chanel, sino que también redefinió la feminidad en la moda.
Para la Maison, esta chaqueta representaba el epitome del "allure", un término que encapsula el atractivo sofisticado y atemporal de la marca. Sin embargo, el impacto real de esta prenda fue percibido globalmente como una verdadera revolución. En un contexto en el que la moda femenina estaba dominada por corsés y siluetas exageradas, Chanel ofreció una visión audaz y liberadora: una figura alargada, despojada de las tradicionales curvas y constricciones, y en su lugar, una nueva definición de feminidad que abrazaba las formas masculinas.
La elección del tweed, un tejido asociado con la elegancia clásica británica, se debió en parte a la influencia del duque de Windsor, Eduardo VIII, quien había dejado la corona británica por el amor de una mujer divorciada estadounidense. Este tejido, tan apreciado por el aristócrata y amigo cercano de Chanel, se convirtió en un símbolo de sofisticación y ruptura con las normas establecidas.
A los 71 años, Gabrielle Chanel conservaba el mismo espíritu audaz y renovador que había caracterizado a su juventud. Su chaqueta no solo se convirtió en un símbolo del "power dressing" sino que también fue ampliamente celebrada por la prensa y destacada en las portadas de las principales revistas de moda.
A pesar del fallecimiento de Chanel, su legado persiste, con la chaqueta manteniéndose como un objeto de deseo. Bajo la dirección de Karl Lagerfeld en los años 80, la prenda fue reintroducida en las pasarelas con un respeto absoluto por su esencia original. Lagerfeld logró preservar la elegancia intrínseca de la chaqueta mientras la actualizaba para el público moderno, demostrando así que la moda de Chanel no solo perdura, sino que continúa evolucionando sin perder su carácter distintivo.