Este Victoria’s Secret Fashion Show marca un hito en la historia de la marca, reflejando no solo un cambio de imagen, sino también una evolución en la forma en que se celebra la feminidad en la moda actual.
Por Redacción Cosas. Foto: Instagram
El 15 de octubre de 2024, Nueva York fue el escenario del esperado regreso del Victoria’s Secret Fashion Show, un evento emblemático que había estado ausente desde 2019. Este año, la pasarela no solo celebró la lencería, sino también la diversidad y la inclusión, elementos que han cobrado una importancia fundamental en la moda contemporánea.
Entre las supermodelos que brillaron en la pasarela se encontraban nombres reconocidos como Gigi Hadid, Paloma Elsesser, y Adriana Lima, quienes lucieron las piezas de la nueva colección titulada 'Patrimonio moderno'. Esta línea, que retoma los elementos icónicos de la marca—como sus famosas rayas, logotipos y monogramas—promete resonar con un público más amplio. La música en vivo añadió un toque especial al evento, con actuaciones de artistas como Tyla, Lisa y Cher, quienes no solo entretuvieron al público, sino que también se unieron a la celebración de la nueva visión de la marca. Mientras las modelos desfilaban, sus melodías crearon una atmósfera vibrante y llena de energía.
Este regreso no fue solo una reinvención de un evento clásico, sino una respuesta a las críticas y demandas de las mujeres actuales. La marca ha reconocido que es fundamental adaptarse a los tiempos, manifestando en declaraciones previas que su objetivo es "reflejar quiénes somos hoy". En lugar de perpetuar un ideal de belleza exclusivo, Victoria’s Secret se comprometió a honrar la diversidad de cuerpos y experiencias femeninas.
El clímax del desfile fue marcado por la aparición de Tyra Banks, quien, a sus 50 años, deslumbró con su cabello afro natural, liderando la pasarela entre una lluvia de confetis rosas. A su lado, jóvenes modelos como Lila Moss y Valentina Sampaio, simbolizando el relevo generacional en el mundo de la moda.
Aunque el evento mostró a muchas modelos jóvenes y delgadas, también se destacó la inclusión de mujeres de diversas edades y tallas, desde modelos en sus treintas hasta madres. La diversidad racial y de cuerpos fue evidente con la presencia de figuras como Ashley Graham y Fanta Bereteh, quienes aportaron una representación auténtica de la belleza femenina en todas sus formas.