SABRINA CARPENTER ¡DIVA TOTAL!

¡Conoce más al ícono detrás de Espresso!

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Por María José Troya C.Fotos: Getty Images

Su lugar en el mundo del pop no es accidental. Ha llevado una carrera meticulosa y con estrategia que va más allá de la música: su estética, su pasado en Disney y madurez escénica nos habla de una estrella hecha a medida para este tiempo. Su humor podría engañarnos y hacernos creer que no se toma en serio nada de esto, pero a la vez, no hay nada más serio que el éxito que vende millones y ella conoce bien de esto...

 Ella no ha llegado a la Industria con un gran hit viral ni ha forzado una transformación radical que tanto aman los medios. Su ascenso ha sido más bien orgánico y cosido a fuego lento, lo que nos hace suponer que domina ya esta industria. Tiene gran sentido del humor, algo escaso en las figuras de hoy en día, es talentosa, sabe vender sus éxitos y, por alguna razón, nos entrega versiones estéticas de Madonna, Dolly Parton o incluso alusivas a la misma Marilyn Monroe que resultan un deleite para las masas. Y sus discos se venden porque entrega mucho más que música: es una show girl.

PERO, ¿CÓMO LLEGÓ HASTA AQUÍ?

Cuando sabemos que Sabrina Annlynn Carpenter nació el 11 de mayo de 1999 en Lehigh Valley, Pennsylvania, muchas cosas podrían tener sentido. Es un pueblo relativamente pequeño y, esas cosas, para quienes tienen vena artística, importan. Sobre todo, cuando se demuestra un talento enorme porque llega el punto en el que es inevitable que los sueños de ‘salir’ empiecen a ser efervescentes. Imaginándola en esa pequeña localidad al norte de Estados Unidos, damos también por sentado que su música y su personalidad mantienen mucho de esa esencia sencilla, casi pastoral.

Fue criada en una familia de tres hermanas, mostró interés en la música desde pequeña y comenzó a subir covers en YouTube cuando tenía 10 años. Su talento llamó la atención rápidamente, y a los 12 años quedó finalista en un concurso de canto organizado por Miley Cyrus. El primer gran paso en su carrera fue la actuación. Tras algunos papeles menores, en 2014 consiguió su rol más importante en Girl Meets World, la secuela de la icónica Boy Meets World, enDisney Channel. Interpretar a Maya Hart la convirtió en un rostro conocido para una nueva generación, pero ella tenía claro que la música era su verdadera pasión. “Actuar siempre fue algo que amé, pero la música es donde realmente siento que puedo ser yo misma”, ha dicho en varias entrevistas. Sin embargo, no ha tenido que sacrificar lo uno por lo otro. De hecho, ya nadie lo hace, pero en el caso de Sabrina, sus shows y su producción musical está en formato histriónico lo que hace que su performance pueda ser digno de escenarios en Las Vegas o en Broadway (no sería raro verla a futuro con una residencia al estilo Celine Dion o Adele) sin contar con las letras de muchas de sus canciones que si bien aluden a temas amorosos o conflictos personales, la dosis irreverente con humor negro, la han convertido en un hit poco común.

En 2014, firmó con Hollywood Records y lanzó su primer EP, Can’t Blame a Girl for Trying. Su primer álbum, Eyes Wide Open (2015), tenía un sonido influenciado por el country-pop de Taylor Swift, pero fue con EVOLution (2016) que empezó a alejarse de esa estética, explorando un pop más experimental.

SIN ESCÁNDALOS Y CON ARTE

Lo que ha diferenciado a Carpenter de muchas otras estrellas juveniles es que no tuvo un quiebre dramático con su imagen inicial. No necesitó una “era rebelde” ni un escándalo mediático para que la tomaran en serio. En su lugar, fue construyendo su credibilidad paso a paso. Su tercer y cuarto álbum, Singular: Act I (2018) y Singular: Act II (2019), mostraron una versión más madura de ella, con influencias del R&B y el dance-pop. Canciones como Almost Love y Sue Me le dieron sus primeros éxitos en listas, mientras que Paris y Exhale mostraban una vulnerabilidad más personal.

Aún así, no fue hasta Emails I can’t send (2022) que realmente explotó en el mainstream. Inspirado en experiencias personales, el álbum tenía una producción más minimalista y letras más directas. Because I Liked a Boy abordaba la presión mediática y los juicios públicos, mientras que Nonsense se convirtió en su canción más viral, en parte por sus versos improvisados en cada presentación en vivo. El álbum debutó en el top 25 del Billboard 200 y se convirtió en su trabajo más exitoso hasta la fecha. En Spotify, Nonsense superó los 400 millones de reproducciones, y su gira mundial agotó entradas en múltiples ciudades.

LA BENDICIÓN DE TAYLOR SWIFTY EL GRAN SALTO

Si había una señal definitiva de que Sabrina Carpenter había cruzado al siguiente nivel, fue su participación en el Eras Tour de Taylor Swift. Como telonera en las fechas de América Latina y Australia, tuvo la oportunidad de presentarse ante audiencias masivas. “Siempre he admirado la manera en que Taylor ha manejado su carrera”, comentó en una entrevista. “Ser parte de este tour fue surreal y me enseñó mucho sobre lo que significa realmente conectar con el público.” Esa exposición la catapultó aún más en popularidad, con un incremento del 60% en sus reproducciones en streaming después del tour. Pero a diferencia de Taylor, cuyo estilo ha evolucionado hacia un minimalismo más maduro, Sabrina representa a la nueva generación de estrellas que abrazan lo kitsch sin miedo. Es la heredera del pop femenino que mezcla glamour, nostalgia y auto expresión.

El éxito de emails i can’t sendle valió nominaciones n los MTV Video Music Awards y los People’s Choice Awards. En plataformas, su impacto es innegable pues tiene más de 45 millones de oyentes mensuales en Spotify, sus canciones han acumulado más de 3 mil millones de reproducciones en total, en TikTok, el hashtag #SabrinaCarpenter tiene más de 2 mil millones de vistas, impulsado en gran parte por sus interacciones con los fans y su estilo relajado en redes sociales.

Su capacidad para combinar marketing inteligente con autenticidad ha hecho que su influencia vaya más allá de la música. En la moda, ha sido imagen de Paco Rabanne y SKIMS, y su estilo retro-glam ha sido elogiado en eventos como la Met Gala y el Festival de Cannes.

Sabrina Carpenter ha dominado el pop con un crecimiento calculado, sin prisa pero sin pausa. Sin necesidad de re invenciones forzadas o estrategias desesperadas, su identidad musical y visual se ha convertido en una de las más definidas de la industria actual. Yen el 2024, cuando parecía que ya había encontrado su sonido, sorprendió con Espresso, un tema que encapsula todo lo que la hace única: una mezcla de descaro, humor y producción impecable.

Y es que su canción, tal vez la más famosa, llegó en el momento perfecto. Lanzada en abril de 2024, justo antes de su presentación en Coachella, la canción se convirtió instantáneamente en un fenómeno viral. Con una línea de bajo funky, producción minimalista y un estribillo que es prácticamente un meme listo para TikTok, la canción juega con la idea de ser “that girl” sin esfuerzo.

El gancho principal, “That’s that me espresso” es tan absurdo como pegajoso, y se convirtió en la frase favorita de internet en cuestión de días. Con más de 10 millones de reproducciones en Spotify en su primer fin de semana y un debut en el top 10 de Billboard Hot 100, Espresso demostró que la artista no solo sabía hacer baladas sentimentales, sino que también podía dominar el pop con humor y confianza.

En entrevistas, Sabrina ha descrito la canción como “un recordatorio de no tomarse demasiado en serio”. Yes precisamente esa actitud juguetona lo que la diferencia de otras estrellas del pop: nunca parece que está tratando demasiado, pero al mismo tiempo, cada movimiento que hace está estratégicamente pensado.

RETRO, GLAM Y CON IRREVERENCIA

Si hay algo que ha acompañado la evolución de Sabrina, además de su sonido, es su estética. Desde su debut hasta ahora, ha refinado su imagen con referencias claras al viejo Hollywood, los años 2000 y un aire europeo sofisticado. Desde hace unos años, ha adoptado una estética que combina glamour clásico con un estilo más relajado. Sus looks en alfombras rojas suelen tener referencias a la época dorada de Hollywood, con vestidos ajustados, guantes largos y peinados inspirados en íconos como Marilyn Monroe y Brigitte Bardot.

Sin embargo, en sus presentaciones y videos musicales, su estilo cambia a algo más juguetón y coquetea con la moda de los 2000s. Crop tops, minifaldas de cintura baja, colores pastel y detalles Y2K han sido una constante en sus looks recientes. En Espresso, por ejemplo, la vemos con bikinis retro, gafas de sol oversized y un aire de diva de vacaciones en la Riviera Francesa. Su estilismo en el ErasTour, donde fue telonera de Taylor Swift, también reflejaba esta fusión de referencias: vestidos cortos con lentejuelas, botas altas y siluetas inspiradas en los años 60, pero con un toque moderno.

Si algo define la estética de Sabrina es su habilidad para moverse entre dos mundos: el del show y el personal. Y eso es algo que vale apuntar porque mientras otras artistas venden una sola imagen, ella logra trasladar la idea de que hay más que su show, lo que la confirma como una mujer que se transforma en el escenario y, paraHollywood, eso es fascinante.

Utiliza colores pasteles, siluetas ceñidas y su cabello rubio en ondas sueltas como cuando Madonna iniciaba su carrera rindiendo un homenaje a Marilyn. Más allá de la ropa, su estética es una extensión de su personalidad. No intenta ser una femme fatale inalcanzable ni una estrella pop con un aire de misterio. Su presencia enredes, sus letras y su imagen pública muestran a alguien que entiende el juego del pop y lo juega con humor. Por ejemplo, en cada presentación en vivo de Nonsense, improvisaba un nuevo verso cada noche, creando un momento único para cada show y generando aún más viralidad.

Pero hay más éxitos que la tienen dentro de las playlist más refrescantes, y ahí aparece Please Please Please. Pero si el tema ya era un fenómeno, su presentación en los Grammy2025 lo convirtió en un verdadero hito. Este tema llegó poco después del arrollador éxito de Espresso, pero con un tono completamente diferente.Mientras la primera era un himno descarado de autoconfianza y diversión,Please Please Please tenía un aire más melancólico, envuelto en un pop con tintes clásicos y una producción brillante.

La canción juega con la idea derogarle a alguien que no arruine una relación, pero lo hace con una mezcla de ternura y picardía. “No quiero tener que defenderte con mis amigas, no quiero ser la chica que siempre tiene que justificar a su novio”, es el tipo de frase que hace que la canción se sienta real, pero con el toque sarcástico que define la escritura de Sabrina. Musicalmente, el tema coquetea con elementos del pop de los 60s, guitarras limpias y una base rítmica que recuerda a los girl groups de esa época, pero con una producción moderna para lograr encajar con su audiencia. Una movida inteligente que no responde solo a la producción sino al criterio de Sabrina y eso le augura la capacidad de mantenerse más tiempo en esta esfera tan competitiva.

EL MOMENTO DEL GRAMMY Y UNSHOW ÚNICO

Cuando se anunció que Sabrina Carpenter cantaría en los Grammy, la expectativa estaba en su punto más alto. Espresso ya era un hit global, y Please Please Please había consolidado su versatilidad como artista. Pero lo que nadie esperaba era una presentación quesería tan teatral como sofisticada. La puesta en escena comenzó con Sabrina en un escenario minimalista, sentada en una silla vintage, vestida con un conjunto blanco de silueta clásica, evocando a una estrella del cine de los años 50. La luz tenue creaba un ambiente íntimo mientras ella empezaba a cantar los primeros versos de Please Please Please con una expresión entre dulce y resignada.

Pero cuando el coro explotó, el escenario se transformó. Una banda en vivo se reveló tras una cortina de terciopelo rojo, las luces se tornaron doradas y ella se levantó con una actitud que mezclaba dramatismo y glamour. Caminó con seguridad por el escenario, interactuando con la audiencia, sonriendo de lado en los momentos más irónicos de la canción. El punto culminante llegó cuando, en el último verso, se subió a un piano de cola dorado y terminó la canción en una nota alta, mirando fijamente a la cámara con una expresión de triunfo. Fue el tipo de performance que no solo impresiona vocalmente, sino que deja una marca visual y emocional.

Al final de la noche, Sabrina Carpenter no solo se llevó la ovación del público, sino también un Grammy aMejor Interpretación Pop Solista por Espresso. En su discurso de aceptación, visiblemente emocionada, bromeó diciendo: “¡No me lo esperaba! Pero mi mamá sí, porque me dijo que trajera un bolso grande por si acaso”.

Fue un momento de consolidación para una artista que, lejos de ser solo una sensación viral o una estrella pop pasajera, ha demostrado que su talento y visión artística la seguirán llevando a nuevas alturas.

¿AMORES Y DEDICACIONES?

Si su imagen es la de una estrella pop coqueta y con un aire nostálgico, su vida amorosa sigue una línea similar: insinuaciones, momentos virales y un misterio cuidadosamente calculado. A diferencia de otras celebridades de su generación que viven sus relaciones de manera pública, Sabrina prefiere jugar con la ambigüedad. No confirma, no desmiente... solo deja pistas. Y eso, en la era de TikTok y los fanáticos detectives, la hace aún más interesante.

Uno de los momentos más mediáticos en la vida amorosa de Sabrina ocurrió en 2021, cuando quedó en medio del torbellino de Drivers License, el himno desgarrador de OliviaRodrigo. Se rumoraba que Sabrina y Joshua Bassett habían comenzado a salir poco después de que él terminara con Olivia, lo que llevó a los fanáticos a interpretar la canción de Rodrigo como una historia de desamor real. Sabrina nunca confirmó la relación con él, pero lanzó su propio tema, Skin, que algunos interpretaron como una respuesta velada a Olivia.La letra parecía referirse a la situación con líneas como “Maybe we could’ve been friends, if I met you in another life” (Quizás podríamos haber sido amigas si te hubiera conocido en otra vida). Sin embargo, con el tiempo, el drama se diluyó y Sabrina siguió adelante, manteniendo su vida sentimental en un segundo plano.

Ya en 2023, los rumores sobre Sabrina y Shawn Mendes desataron un frenesí en redes sociales. Todo comenzó cuando se les vio juntos en eventos y paseos casuales, lo que llevó a especulaciones sobre un romance entre ambos. La química era innegable, pero nunca hubo confirmación oficial. Shawn venía de su relación con CamilaCabello, mientras que Sabrina estaba en la cima de su popularidad, lo que hacía que la pareja potencial fuera aún más intrigante. A pesar de los susurros y los titulares, el supuesto romance nunca llegó a materializarse de manera pública.

El último nombre en sumarse a la lista de posibles intereses románticos de Sabrina Carpenter es Barry Keoghan, el actor irlandés nominado al Oscar conocido por su trabajo en The Banshees of Inisherin y Saltburn. A finales de 2023 e inicios de 2024, comenzaron a circular imágenes de ambos juntos en citas, desatando especulaciones sobre una nueva pareja en Hollywood. La combinación de una estrella pop en ascenso y un actor con aura de chico malo pero encantador parecía sacada de un guion de película. Y aunque ninguno ha confirmado nada, su complicidad en apariciones públicas ha sido suficiente para que los fans y los tabloides se obsesionen con la posible relación.

La estrategia de esta artista que deja fuera su vida personal funciona porque encaja perfectamente con su imagen:una estrella que mezcla coquetería, nostalgia y misterio en dosis exactas. Su vida amorosa, como su estética, es un rompecabezas que el público adora descifrar.

 

 

 

 

 

 

 

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