En el 40º aniversario del anuncio del compromiso del matrimonio entre el príncipe Charles y la princesa Diana, COSAS te recuerda algunos de los anillos más deslumbrantes que recibieron importantes figuras de la realeza europea.
Por Rodrigo Schang
El anillo debe ser lo suficientemente pesado como para evitar que muevas un dedo y tan brillante que los espectadores se queden boquiabiertos. Aquí está nuestra selección de los mejores anillos de compromiso reales y algunas de las historias detrás de ellos.
El entonces prometido de Eugenia, Jack Brooksbank, le propuso matrimonio con un anillo con un zafiro padparadscha rodeado de diamantes. Tiene un parecido sorprendente con el anillo de compromiso de rubí de su madre Sarah, la duquesa de York.
Un diamantes de tres quilates engastado en platino flanqueado a cada lado por cinco diamantes más pequeños. Los diamantes procedían de una tiara perteneciente a la madre del duque de Edimburgo y el anillo fue creado por Philip Antrobus.
El anillo se le dio originalmente a la Reina Madre tras el nacimiento de su primera hija, la Princesa Isabel.
El anillo de la recién comprometida princesa Beatriz fue hecho a medida por el joyero británico Shaun Leane. Leane trabajó con el prometido de la princesa, Edoardo Mapelli Mozzi, tras una consulta personal detallada, para crear lo que Leane llama un “anillo único que representa el entrelazamiento de sus vidas y amores”. El resultado es un anillo clásico y elegante inspirado en el estilo victoriano y Art Deco. Utiliza diamantes de corte incoloro de la más alta calidad y claridad, engastados en una banda de platino.
Este anillo ahora lo usa la duquesa de Cambridge, y la teoría es que inicialmente fue elegido para Diana porque hacía juego con sus ojos y era el más grande.
Originalmente comprado por el Príncipe de Gales para Diana, este anillo tiene un zafiro de Ceilán ovalado de 12 quilates rodeado por 14 diamantes y está engastado en oro blanco. Fue diseñado por Garrard.
Harry confirmó que él mismo diseñó el anillo de compromiso de Meghan, obteniendo el diamante principal de Botswana, mientras que las dos piedras exteriores son diamantes que provienen de la colección personal de su difunta madre, Diana, princesa de Gales. Eligió la banda de oro amarillo porque es la ‘favorita’ de Meghan y, según los informes, fue hecha por Cleave and Company.
Un rubí grande rodeado de diamantes más pequeños para parecerse a un capullo de rosa. Diseñado por Antony Armstrong-Jones.
Un diamante en forma de pera engastado en oro gris, diseñado por Maison Repossi.
Un diamante talla esmeralda de 10,47 quilates engastado entre dos baguettes, diseñado por Cartier.
Un anillo de platino dividido con un engaste de diamantes y una pieza central de un diamante solitario.
El anillo engastado en oro blanco contiene tres diamantes, con uno más grande en el medio.
Una esmeralda de 19,77 quilates. El anillo estaba inscrito con el mensaje “Ahora somos nuestros”. En 1958, la duquesa devolvió el anillo a Cartier y le pidió que lo actualizara con una montura más opulenta en oro amarillo engastada con diamantes.
Un diamante ovalado de dos quilates con dos gemas más pequeñas en forma de corazón, engastado en oro blanco. Diseñado por Asprey y Garrard.
Un zafiro entre dos diamantes, diseñado por Garrard.
Este anillo, que anteriormente perteneció a la madre del príncipe heredero Pavlos, presenta el zafiro de talla cabujón de herencia familiar, con un diamante tallado en forma de corazón.
Un rubí birmano ovalado rodeado de 10 diamantes y engastado en oro blanco y amarillo. El inusual color supuestamente fue elegido para combinar con su pelo. Diseñado por Garrard.
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