El candidato republicano se proclamó ganador de las elecciones estadounidenses, en una victoria arrolladora frente a la demócrata Kamala Harris. El mundo está pendiente de cada posible movimiento político a realizarse en los próximos meses.
Redacción Cosas. Fotos: Getty Images y Shutterstock
Será la primera vez en más de un siglo que un antiguo presidente vuelve a serlo después de perder unos comicios y también la primera ocasión en la que un convicto llegue a la presidencia del país. “Lo que ha pasado es una locura, es una victoria política que no se había visto antes en nuestro país”, proclamó Trump en un acto celebrado en el centro de convenciones de West Palm Beach (Florida), donde se reunieron sus seguidores a esperar los resultados. “Vamos a ayudar a nuestro país a sanar. Tenemos un país que necesita ayuda muy urgentemente. Vamos a arreglar nuestras fronteras”, afirmó el mandatario en un discurso que duró poco más de media hora. “Esta será verdaderamente la era dorada de Estados Unidos”, agregó el exmandatario de 78 años, quien este año fue condenado por un tribunal de Nueva York por haber falsificado registros comerciales para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016. Este es uno de los casos por los que está imputado y el único por el que ha sido condenado. También lo está por interferir en las pasadas elecciones, que perdió frente a Joe Biden, y por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, aunque como presidente tendrá potestad para ordenar al Departamento de Justicia que cierre las investigaciones en su contra.
UNA DEBACLE PARA HARRIS
Quien no salió a dar la cara inmediatamente después de los resultados fue la vicepresidenta, Kamala Harris, pese a que sus seguidores la esperaban en la universidad de Howard de la capital estadounidense, donde instaló su cuartel general. Poco después de media-noche, ante la evolución nefasta para los demócratas del conteo, la campaña de Harris anunciaba que no iba a comparecer esta noche. Ante decenas de personas que esperaban a la vicepresidenta, quien asumió la candidatura a la presidencia tras el abandono de Joe Bi- den, un representante de su campaña salió brevemente para explicar que ella hablaría después. Y así fue. En su discurso –mucho después de lo que se esperaba- dijo: “El resultado no es el que quisimos ni por el que trabajamos ni por el que votamos, pero la luz del EE.UU. prometido volverá mientras sigamos trabajando y sigamos luchando”, apuntó. “Estoy aquí para decir: aunque acepto la derrota, no renuncio a la lucha que impulsó esta campaña”, agregó Harris en su discurso.
EL VOTO, EN CIFRAS
Los votantes latinos aumentaron en 13 puntos su apoyo al candidato y ahora presidente electo Donald Trump en estas elecciones, hasta alcanzar el 45 % de ese electorado, por encima del récord entre candidatos presidenciales republicanos, el de George W. Bush en 2004. Según encuestas a pie de urna de NBC, la candidata demócrata y vicepresidenta, Kamala Harris, obtuvo un 53% del voto hispano, muy por debajo del 65 % de Joe Biden en las elecciones de 2020, del 66 % de Hillary Clinton, en 2016, o del 71 % de apoyo hispano a Barack Obama. Harris tuvo una peor actuación entre los votantes hispanos que Biden en todos los estados bisagra, con la excepción de Wisconsin, donde mejoró en un solo punto porcentual. El mayor éxodo de voto latino para Harris se produjo en Míchigan, con una caída de 24 puntos hasta el 35 % de apoyo, y en Pensilvania, donde los votantes abandonaron a la demócrata en 21 puntos porcentuales con respecto a Biden 2020 hasta el 57 %. También fueron destacables las caídas del voto a favor de Harris en Florida, donde el retroceso con respecto a 2020 fue de 11 puntos, o en Texas, donde la caída fue de 15 puntos en apoyos latinos. Trump obtuvo en estas elecciones un claro mandato al imponerse en cinco de los siete estados considerados bisagra en estos comicios y a la espera de que se puedan proyectar los resultados de escrutinio en Nevada y Arizona, donde el republicano también mantuvo ventaja. Los latinos, un grupo muy diverso y disperso por todo el país, han sido esenciales en la victoria electoral de Trump, que decidió atraerlos incidiendo en propuestas económicas, de lucha contra la inflación, creación de empleo y asegurando que la política migratoria del Gobierno actual también les afectaba negativamente.
REACCIONES DEL MUNDO Y DE SU ENTORNO
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, escribió que tras la victoria en de Trump, la ciudad seguirá siendo hogar para la comunidad LGTB y para los inmigrantes, en alusión a los mensajes que el presidente ha lanzado contra los inmigrantes y en menor medida contra los transexuales. Adams dijo en su cuenta de X que los “valores” de la ciudad seguirán siendo “la defensa de las mujeres, nuestra comunidad LGTBQ+, nuestros hermanos y hermanas inmigrantes y los millones más que consideran Nueva York como su hogar”. Aun así, el alcalde comienza diciendo que “el éxito de la próxima Administración Trump es nuestro éxito también”, y se comprometió a trabajar con el próximo gobierno que forme Trump a partir del año próximo. En el caso de latinoamérica, presidentes, expresidentes y líderes de América Latina felicitaron al presidente elegido por su triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, ofrecieron su apoyo para fortalecer los lazos políticos y comerciales de la región con el país norteamericano y celebraron lo que consideran ha sido una victoria de la democracia. Uno de los primeros en felicitarlo fue el presidente argentino, Javier Milei, quien a través la red social X le dijo que “puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea”. El gobernante ultraliberal exaltó la “formidable victoria electoral” del republicano y añadió: “Ahora Haga América Grande Otra Vez”. Luiz Inácio Lula da Silva, que aseguró a través de su perfil de X que “la democracia es la voz del pueblo y siempre debe ser respetada; el mundo necesita diálogo y trabajo conjunto en pos de la paz, el desarrollo y la prosperidad”, escribió. Gustavo Petro escribió: “El pueblo estadounidense ha hablado y se le respeta. Felicitaciones a Trump por su triunfo. El diálogo norte sur sigue vigente y la realidad del colapso climático hará que giré (sic) alrededor de su solución”, Sin embargo, también manifestó en su mensaje que “la única manera de sellar las fronteras es con la prosperidad de los pueblos del sur y el fin de los bloqueos”, en aparente referencia a las sanciones impuestas a países como Cuba o Venezuela. Claudia Sheinbaum, de México dijo que “No hay ningún motivo de preocupación, a nuestros paisanos, a sus familiares que están aquí, a las empresarias y a los empresarios mexicanos (les digo) no hay motivo ninguno de preocupación”. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ofreció a Trump mantener la alianza bilateral en materias como la migración y el comercio. “Seguiremos trabajando juntos en temas de migración, seguridad y comercio internacional”, expresó en un mensaje en redes sociales. La presidenta de Perú, Dina Boluarte, señaló que espera que durante su mandato se profundicen las relaciones entre ambos países. “Estamos seguros que durante su mandato se continuará profundizando y ampliando la fuerte relación estratégica que mantienen nuestros países en materia de inversiones, comercio, y otras importante áreas”, dijo. De Uruguay, Luis Lacalle Pou, cuyo mandato concluirá en marzo de 2025, aseguró en el mensaje de felicitación a Trump que su país trabajará junto al nuevo Gobierno para seguir fortaleciendo la relación bilateral. El mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, también se expresó complacido por la victoria de Trump y lo hizo en un corto mensaje escrito en inglés en su cuenta de X. “Felicitaciones a Donald Trump. El futuro luce prometedor para el continente”, señaló el mandatario, que es estadounidense de nacimiento. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, señaló que, con el triunfo de Trump, ambos gobernantes trabajarán juntos “para crear más oportunidades” entre ambas naciones. “La amistad entre Canadá y los Estados Unidos es la envidia del mundo. Sé que el presidente Trump y yo trabajaremos juntos para crear más oportunidades, prosperidad y seguridad para ambas naciones”. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó que la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos supone un “nuevo comienzo” para ambos países, sin relaciones diplomáticas desde 2019, rotas entonces por el chavista durante el primer mandato del republicano. “En su primer Gobierno, presidente reelecto Donald Trump, no nos fue bien. Este es un nuevo comienzo para que apostemos a (una relación) ganar-ganar y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela”, dijo Maduro en un programa transmitido por el canal estatal VTV.
Quiere prohibir que las mujeres trans – a las que llama hombres- puedan participar en deportes femeninos y vetar las cirugías de afirmación de género para menores de edad, dos de los asuntos más aplaudidos en sus mítines electorales. Trump, negacionista de la crisis climática, quiere suprimir todas las regulaciones de Biden para incentivar la fabricación de vehículos eléctricos.
¿QUÉ OFRECE TRUMP Y QUIÉNES SON SUS VOTANTES?
Según datos de Associated Press, que encuestó a más de 110.000 votantes a nivel nacional, cuatro de cada diez ciudadanos consideran que la economía es el principal problema del país. Este factor se mantuvo o incluso cobró mayor relevancia en algunos estados clave para la victoria a Trump: fue la mayor preocupación para el 44 % de los votantes en Georgia, el 42 % en Carolina del Norte y Pensilvania y el 39 % en Wisconsin, el estado que le aseguró la reelección. La inmigración fue el segundo tema más importante para un 20 % de los electores, seguido por el aborto, que apenas el 11% de los estadounidenses mencionaron como su principal preocupación, a pesar de ser el eje de campaña de la vice- presidenta, Kamala Harris. Trump obtuvo un mayor respaldo entre votantes hispanos y afroamericanos en comparación con 2020, lo que podría haber sido clave para su victoria, según Associated Press. Aunque su base principal sigue siendo la población blanca (55 %), logró un 15 % de apoyo afroamericano y un 41 % entre latinos, un aumento significativo respecto al 8 % y 32 % que logró en estos grupos en 2020. Desde 2016, los votantes latinos, especialmente los hombres, han mostrado un acercamiento a Trump. Una encuesta de CNN indica que, por primera vez, la mayoría de los hombres latinos respaldaron a Trump con un 54%, frente al 45 % que apoyó a Harris. En 2020 Biden ganó en este grupo con un 59 % frente al 36 % de Trump. Un factor clave en la victoria de Trump fue el apoyo constante de votantes sin título universitario. Según AP, más de la mitad de esos votan- tes respaldaron a Trump, mientras que alrededor de la mitad de quienes tienen estudios universitarios votaron por Harris. No obstante, datos preliminares de CNN sugieren un cambio importante entre votantes blancos con título universitario, quienes en 2016 apoyaron a Trump por un margen estrecho. En estas elecciones, Harris obtuvo el 54 % de su respaldo, superando a Trump por 10 puntos. Esta ventaja puede explicarse por el apoyo que Harris consiguió entre las mujeres blancas con título universitario (59 % frente al 39% de Trump), mejorando el desempeño de Biden y Clinton en este grupo. Sin embargo, perdió apoyo entre votantes de color, independientemente de su nivel educativo. Un último factor que explica el triunfo de Trump fue su capacidad para recuperar parte del respaldo perdido en 2020 en zonas rurales, tradicionalmente favorables a los republicanos, en comparación con las áreas urbanas, que tienden a apoyar a los demócratas. La encuesta de CNN indica que el 63 % de los votantes en áreas rurales votaron por Trump y que solo el 36 % lo hizo por Harris. En las zonas urbanas, en cambio, Harris obtuvo el 60% frente al 37 % de Trump.
DEPORTACIONES Y ECONOMÍA
Según una investigación llevada por el portal de noticias EFE, los planes de deportaciones masivas tendrían un efecto devastador para la economía del país, debido al peso que los trabajadores indocumentados tienen para industrias como la construcción. La expulsión de las más de 11 millones de personas que viven en EE.UU. sin un estatus legal es una de las ideas en las que Trump centró su campaña, estigmatizando a los migrantes indocumentados como criminales y asegurando que envenenan al país. Además del millonario costo que le supondría al Gobierno y las dificultades técnicas para llevar a cabo esta labor, el país se enfrentaría a una recesión al perder a millones de trabajadores, según indicó un estudio de American Immigration Coalition. El análisis señala que una implementación masiva de deportaciones podría provocar una caída del PIB anual entre el 4,2 % y el 6,8 %, lo que equivale a pérdidas de entre 1,1 y 1,7 billones de dólares anuales. Estas cifras superan el impacto de la Gran Recesión de 2007-2009, cuando el PIB se redujo un 4,3 %. El impacto negativo sería especialmente severo en California, Texas y Florida, estados que albergan casi la mitad de los inmigrantes indocumentados del país y donde uno de cada veinte residentes podría ser deportado. Estos estados desempeñan roles económicos clave para el país y, al perder una parte significativa de su fuerza laboral, la economía local podría enfrentar un retroceso importante. Aproximadamente el 14% de los trabajadores en construcción son indocumentados, representando más de un millón de personas en todo el país, según un estudio de la organización Workers Defense. En Texas, el gobernador Greg Abbott -aliado de Trump- ya ha dicho que colaborará con el Gobierno federal para los planes de deportación, señalando que el estado “ya tiene la infraestructura lista” para identificar, localizar y arrestar a las personas indocumentadas. Expulsar a todos estos trabajadores devastaría la industria, señaló a EFE Juan Carlos Cerda, director para Texas de la organización American Business Immigration Coalition. “Si el estado decide colaborar, estaría disparándose a sí mismo. (…) haría que los proyectos se desaceleren y que los precios suban”, indicó, “cuando se habla del milagro de Texas, de la construcción y las nuevas industrias emergiendo aquí, eso solo es posible gracias al trabajo de los residentes indocumentados”. Además del impacto económico, las deportaciones tendrían sobre todo repercusiones humanas: en Texas, unas 5,6 millones de personas viven en familias con “estatus mixto”, donde al menos un miembro no es ciudadano estadounidense.